Hablemos de implantes dentales, lo primero y muy importante es saber que presenta distintas fases.
Por tanto en el proceso se atraviesan diversas etapas, lo ideal es conocer cómo te afectan esas etapas y qué es normal que ocurra mientras las atraviesas.
El desconocimiento y la desinformación existente en cuanto a las molestias que puede causar la intervención es una de las causas que genera una aprensión injustificada frente a estos procedimientos.
Conocer qué es lo que va a hacer tu cuerpo y cómo te vas a sentir durante el proceso te proporcionará tranquilidad y una mirada objetiva sobre el beneficio de acudir a esta técnica médico/estética.
La colocación de un implante ha de ser indolora y el postoperatorio es muy leve todo ello si se hace con la técnica, la experiencia y los medios tecnológicos adecuados.
¿Cuánto dura el dolor después de un implante dental?
Después de la intervención quirúrgica es evidente que se va a sentir alguna molestia y tener alguna inflamación en la zona afectada. Generalizar con respecto al tiempo es complicado de definir, el consenso está en que en una semana las molestias han de remitir.
Todo ello está directamente relacionado con el número de implantes que se hayan colocado, la colocación previa de alguna prótesis provisional, todos estos y otros factores condicionan las molestias que pueden sentirse después de la intervención.
Los orígenes de las molestias se encuentran estudiados y para cada molestia la ciencia ofrece una solución. Esta es la razón por la cual a día de hoy se ha minimizado la cantidad de dolor y la calidad del mismo, siendo un procedimiento seguro e indoloro.
Resulta de vital importancia tener en cuenta que se implantan prótesis todos los días y las causas de dolor están absolutamente testadas y resueltas por la moderna medicina.
Es evidente que hay unas pautas postoperatorias que facilitan la recuperación rápida e indolora, como pueden ser las higiénicas así como seguir todos los consejos que le indicaremos al finalizar el procedimiento.
Los consejos más habituales son:
1.- Mantener presionada la gasa colocada en la zona afectada durante 30-60 minutos.
2.- Aplicación de frío local de manera intermitente durante 30 minutos.
3.- Evitar bebidas calientes hasta la recuperación de la anestesia. No comer alimentos duros ni masticar con el área implantada los primeros días.
4.- No realizar esfuerzos físicos durante la primera semana.
5.-Los enjuagues recomendados por higiene al día siguiente de la intervención han de ser suaves con el fin de evitar levantar coágulos.
6.- Si persiste el sangrado, aplicar presionando una gasa seca y compacta sobre la zona durante 15 minutos.
7.- Es recomendable dormir semisentado durante al menos dos días después de la intervención.
8.- No fumar hasta transcurridas al menos ocho semanas después de la colocación de los implantes y no fumar más de seis cigarrillos al día en la fase de ósteo-integración.
Recordemos que el tabaco provocará una cicatrización más lenta aumentando la posibilidad de una deficiente integración del implante.
¿Qué tomar después de un implante dental para que remitan las molestias?
El primer consejo es no automedicarse.
Finalizada la cirugía las molestias se suelen tratar con analgésicos tradicionales como el ibuprofeno o el paracetamol, todo ello con la composición, la posología indicada por el centro médico.
Recordar que para cada síntoma la medicina moderna tiene un tratamiento específico y que por tanto acudir a la Clínica a ser valorado por nuestro implantólogo el Dr. Jorge Escobar, es la mejor “medicina”.
Resulta imprescindible recordar algo tan básico como que la administración de cualquier medicamento y más en caso de personas a las que se le ha realizado una cirugía ha de esta pautada y controlada por un profesional sanitario, hay que descartar totalmente la automedicación.
En un elevado porcentaje de los casos los pacientes no demandan más necesidad farmacológica que la prescrita en la clínica a la salida de la intervención.
No es una intervención que tenga que tener ningún efecto secundario doloroso, debemos desterrar anticuados axiomas y leyendas que no se corresponden con la realidad. Rechazo de implantes, estadísticamente se encuentra entre el 2,5 por ciento de los casos, prácticamente irrelevante.
La principal causa es la no osteointegración, que se puede producir en presencia de diferentes factores sistémicos, dentales o medioambientales.
Como puede ser el tabaquismo y la falta de higiene. El rechazo por no oesteointegración no es un problema sin solución, actualmente existen técnicas que permiten pasado un tiempo de cicatrización volver a colocar el implante con un porcentaje de éxito próximo al 100%.
El cuerpo humano está preparado para que ante el proceso de un elemento extraño su sistema inmunológico reaccione y “defienda” al organismo del elemento implantado al reconocerlo como ajeno al mismo. El implante se realiza con materiales biocompatibles y por tanto la respuesta inmunitaria no se produce. Lo cierto es que el rechazo es producto de un fracaso en el proceso de cicatrización.
La osteointegración es el acoplamiento perfecto del implante en el hueso de soporte sobre el cual se colocará la corona. El material biocompatible perfecto es el titanio y por tanto es el que utilizamos por su capacidad cicatrización con éxito en el hueso.
La deficiente cicatrización es la más frecuente causa de fracaso de la fase de osteointegración. Estudios actuales lo relacionan con el tabaquismo, enfermedades sistémicas como puede ser la diabetes o enfermedades coronarias, así como el consumo de determinados medicamentos.
Tener un organismo preparado para una cicatrización eficiente es primordial para el asentamiento correcto del implante. Una irrigación correcta de la zona afectada es vital y esta se puede ver comprometida por las causas antes mencionadas. El tener alguna de estas causas o todas ellas no es garantía de incompatibilidad con el implante, en todo caso hemos de comunicar la situación de cara a tomar medidas adicionales para garantizar el éxito del proceso.
El éxito de la implantación y su cicatrización correcta se basa en una buena preparación por parte del facultativo, unos medios modernos, un estudio pormenorizado del hueso que recibirá el implante y el uso de la máxima calidad en los materiales.
Los posibles rechazos se generan principalmente por dos procesos naturales del cuerpo:
1.- Periimplantitis, una inflamación de los tejidos blandos que rodean al diente y se produce una pérdida del hueso soporte.
2.- Mucositis periimplantaria, es nuevamente una inflamación de los tejidos blandos pero sin pérdida de masa ósea, por tanto es reversible y el implante puede salvarse.
Ambas posibles patologías se producen por una deficiente higiene bucal.
Una vez realizado el implante hemos de estar atentos al posible rechazo atendiendo a los principales síntomas:
Movilidad del implante, éste ha de estar correctamente anclado y formar parte del hueso. Cualquier leve sospecha de movimiento ha de consultarse en la clínica para que realicen una correcta evaluación de la situación del implante y realicen las técnicas adecuadas para asegurar el éxito.
Dolor, este ha de ser soportable y no prolongado en el tiempo. Cualquier aumento y persistencia en el tiempo tiene que consultarse con el facultativo de cara a una correcta evaluación.
Infección, tener una correcta higiene y no fumar, pueden garantizar casi al completo la ausencia de la misma. Los evidentes signos de infección nos deben conducir lo antes posible a la consulta.
La solución al rechazo del implante, no es una única fórmula, evidentemente dependerá de la causa. Lo más habitual es por una mala integración del titanio y el tejido óseo, formándose un tejido blando entre ambos materiales que produce que al cargar la corona se mueva el eje.
En estos casos retiramos el implante y tras limpiar de tejido blando colocamos nuevamente el implante para que la cicatrización correcta conlleve el éxito del mismo.
¿Qué complicaciones a largo plazo tienen los implantes?
La vida esperada de un implante es de 30 a 40 años, por tanto están preparados para que no produzcan complicaciones y que la asimilación por parte del cuerpo sea absoluta.
Se pueden producir algunas complicaciones que estadísticamente se cifran en el entorno del 9% de los éxitos del implante que presentan alguna patología a medio/largo plazo.
La perimplantitis, es una infección indolora y crónica que afecta a las encías y el hueso donde reside el implante. Lo causan las bacterias que residen en la boca. Esta afección produce la pérdida de masa ósea y por tanto el fracaso del implante al perder sujeción.
La solución es llevar un calendario de revisiones odontológicas riguroso puesto que anticipándose al problema se puede revertir el proceso.
Movilidad del implante, cualquier sospecha de movimiento debe ser evaluada por el especialista, generalmente el primer síntoma se detecta en la masticación. El movimiento puede derivar en rotura, acudir a la clínica con anticipación garantiza una solución satisfactoria.
Una vez que tenemos claro que, un implante dental es un proceso y que dentro del mismo el cuerpo reacciona. Sabemos cuáles son los síntomas normales después de la intervención.
Cómo se interviene en las reacciones que se puedan tener al implante por medio de las medidas postoperatorias y medicación prescrita por el médico.
¿Por qué hemos de seguir rigurosamente las indicaciones del especialista?
Para evitar la aparición del dolor y asegurar la correcta cicatrización del implante.
En la actualidad los implantes dentales son seguros, indoloros, rápidos e higiénicos. Son la alternativa perfecta a cualquier pérdida de pieza dental.
Ofrecen un postoperatorio rápido, no ofrecen complicaciones a corto y largo plazo.
Con un calendario de revisiones correcto es la solución para 30/40 años, por tanto una molestia media de una semana garantiza una solución a largo plazo.
La evolución actual a nivel estético de las piezas coronas hace que sea imposible de diferenciar el implante del resto de la dentición.
Los plazos para finalizar el procedimiento se acortan y se ofrecen soluciones temporales para el período que transcurre desde el inicio del proceso hasta su culminación.
Nuestros cirujanos tienen años de experiencia en implantología, únicamente utilizamos materiales de alta calidad, nuestras clínicas tecnología punta en continuo desarrollo y atención personalizada al paciente. Con todo ello tenemos unos índices de satisfacción en nuestras cirugías de implantes del 100%.
Para nosotros un paciente ha de tener plena confianza en que está en las mejores manos para quedar satisfecho por la ausencia de dolor, recuperación rápida, un resultado clínico y estético de alta calidad.
Para lograr el éxito sabemos que por experiencia hemos de tener un paciente que confíe en nosotros. Como respuesta a esta confianza ofrecemos profesionalidad en la técnica y familiaridad en el trato.
Un paciente que confía en nosotros siempre será un paciente que entre en la clínica relajado con la seguridad de que pondremos toda la tecnología, todos los mejores materiales, todo nuestro conocimiento y experiencia a su servicio. Y por supuesto todo nuestro corazón para que sus necesidades queden cubiertas.
La evolución tecnológica y la aparición de nuevas técnicas han permitido que los precios de la implantología se estén al alcance de cualquier bolsillo.
La idea de la implantología como una técnica con precios elevados en nuestra clínica ha quedado desterrada y nos adecuamos a cualquier perfil adaptando las soluciones a las necesidades de las personas